Coyoacán y sus rincones por Alejandra Del Rio


La Historia de Coyoacán


Su nombre significa “El lugar de los coyotes” originalmente esta área de la Ciudad de México fue fundada por los indigenas Colhuas de Culhuacán, en el siglo VII (hacia el 670 d.C.)


Aunque poco después recobró su independencia, más adelante fue subordinada de los tepanecas de Azcapotzalco y terminó 

sometida por el imperio mexica. Sus bellos paisajes, con sus abundantes manantiales, huertos, sembradíos y flores multicolores fueron el atractivo que llevo a Hernán Cortés a establecer aquí el primer Ayuntamiento, (1521) que regiría brevemente la capital de la Nueva España mientras reconstruía la gran Tenochtitlan.


Franciscanos y dominicos se encargaron de evangelizar el lugar, pequeñas capillas y hermosos templos fueron levantados junto a grandes mansiones barrocas que aún están en pie en el área del centro de Coyoacán. Entre los acontecimientos importantes que tuvieron lugar en esta zona en el siglo XIX, está la Batalla de Churubusco contra Estados Unidos, por supuesto en el Ex Convento de Churubusco, donde hoy además del templo se puede visitar el Museo de las Intervenciones, al fondo de la Calle Xicoténcatl, famosa por su precioso parque, frente al que viví muy felíz algunos años de mi infancia.

En 1890 fue Porfirio Díaz quien decide comenzar la urbanización de la Hacienda de San Pedro donde inaugura la Colonia del Carmen, en honor a su esposa (Carmelita Ortiz Romero Rubio) siguiendo con la política de modernidad de su gobierno, después del desarrollo de la colonia Roma.


Para los años treinta del siglo XX Coyoacán seguía siendo un pueblo pintoresco, compuesto por sus haciendas, ranchos y zonas ejidales y apenas algun desarrollo residencial, esto la llevó a ser reconocida como Zona Típica y Pintoresca el 5 de octubre de 1934. En 1990 el Centro de Coyoacán recibiría la declaratoria de la UNESCO, como zona de monumentos históricos.


Coyoacán es un lugar mágico, caminar por sus calles es regresar al pasado colonial, con su mercado, sus hermosos templos, sus calles empedradas, su vegetación abundante, su tranquilidad y sus características de provincia. La vocación cultural de Coyoacán se adquirió a lo largo del siglo pasado cuando una serie de artistas, entre ellos Chávez Morado, Frida Kahlo, Diego Rivera y toda su comitiva incluyendo el famosísimo político ruso exiliado León Trosky, escritores como Octavio Paz, José Juan Tablada, Manuel Toussaint, historiadores como Salvador Novo, grandes artistas del cine mexicano como Dolores Del Río, Emilio “El Indio” Fernández se mudaron a vivir aquí.


El ambiente de Coyoacán a cambiado con los años, pero la sensación de estar en provincia permanece y todos los fines de semana, mucha gente visita la zona, como si fuera un paseo fuera de la ciudad, la primera parada sin duda es la Parroquia de San Juan Bautista, una de las más antiguas de la Ciudad de México, cuya fachada fue terminada en 1582. Construída por los dominicos, de estilo Barroco, alrededor de la cual se organiza en cada fiesta religiosa gran jolgorio popular, completo con puestos de comida, buñuelos, vendedores de globos, algodones de azúcar, papel picado, música, juegos artificiales y toda la tradición colonial.


Pero la fiesta en Coyoacán ahora no sólo es en calendario religioso, sino cada fin de semana; por alguna razón que francamente desconozco, hace ya muchos años, se empezó a congregar la comunidad hippie…  y  por si les quedaba la duda…si todavía existen! Con sus puestos de pulseras tejidas a mano, inciensos, ropa batik, cabello mugroso en rastas y mirada perdida en el infinito y mas allá! pachecos… pues sí… pero francamente inofensivos y generalmente muy respetuosos, interesantes  y organizados.


No faltan grupos de estudiantes por su cercanía con la Universidad Nacional Autónoma de México, a veces haciendo performance, a veces  recitando poesía, a veces manifestandose publicamente y por supuesto un sitio así de exótico no puede dejar de ser visitado por turistas de todo el mundo.


Hay lugares en esta colonia no muy conocidos a los que vale la pena visitar, como: La Casa de Alvarado, que es uno de los íconos de Coyoacán; fue una quinta colonial durante el siglo XVIII con su fachada de elementos ornamentales de estilo mudéjar, en 1713 perteneció a un comerciante de apellido Alvarado, por eso lleva su nombre; en el siglo XX fue la última residencia del gran poeta Octavio Paz y actualmente es sede de la Fonoteca Nacional.






Otro lugar muy simbólico es la Casa del Indio Fernández en la calle de Ignacio Zaragoza, esquina con Dulce Olivia… cuenta la leyenda que por orden del Presidente Alemán Emilio Fernández, recibió en su casa a Olivia de Havilland en su casa de Coyoacán durante una temporada y quedo tan prendado de ella que después de su partida gestiono para que a la calle donde se encontraba su casa la llamaran Dulce Olivia en su honor
 

El Jardín Hidalgo corazón de Coyoacán, con su famoso quiosco construído en Francia a fines del siglo XIX; la escultura de Miguel Hidalgo hecha por el escultor Luis Arias; la obra titulada La familia de Josué Morales; Frente al quiosco se ubica la Casa de Cortés hoy  sede de  la Delegación Coyoacán, erigida hacia 1755 y su tradicional fuente de los Coyotes, símbolo de la demarcación.

En la Calle de la Higuera, que debe su nombre al árbol que sembró en su predio un comerciante español, está la Casa Roja o de la Malinche, otro inmueble del siglo XVIII,  donde  cuenta la leyenda, que Cortés asesinó en 1522 a su primera esposa, Catalina Juárez, tras su llegada a la Nueva España.


Frente a la casa Roja otro lugar que me encanta; la Plaza de la Conchita, uno de los rincones más acogedores de Coyoacán; los historiadores afirman que aquí estuvo el centro ceremonial prehispánico de Coyohuacan y, por lo tanto, el asentamiento original de los españoles. Cortés mandó construir en esta plaza una capilla provisional, donde se celebró la misa en la que doña Marina -la Malinche- hizo sus primeras oraciones. El templo actual data del siglo XVIII y fue dedicado a la Purísima Concepción; con una linda fachada con motivos florales.


No se pierdan “la Casa Azul”, el Museo Frida Kahlo, donde se exhibe mucha de la obra pictórica de esta gran artista, así como su colección de retablos y ex votos, vestimentas, utensilios de uso común y mobiliario. Pero el gozo verdadero es visitar el entorno, su preciosa cocina y el lugar que fue el punto de reunión de artistas e intelectuales de todo el mundo, sede de conspiraciones comunistas y de muchos idilios.


Si lo que buscan es un lugar zen, sin duda los Viveros de Coyoacán cumplen el requisito, establecidos en terrenos que donó el Ingeniero Miguel Ángel de Quevedo, (eran parte de su Rancho Panzacola) tiene una serie de calzadas que reciben el nombre de los árboles que se cultivan en ellas y como dato para los ecologistas… fue el primer vivero de la República, en el se cultivan los árboles que se utilizan en la reforestación de las avenidas del Distrito Federal, y fueron declarados Parque Nacional por el Presidente Lázaro Cárdenas.


Entre mis lugares favoritos de la zona, por supuesto  la mismísima Guadalupana, la cantina de la zona desde 1932,  con ambiente familiar mariachi, antojitos y mucha tradición. No quedaría completa la reseña sin mencionar el restaurante Los danzantes de comida mexicana fusión, con un concepto original que evoca el estimulo de los 5 sentidos, gente comprometida  con las comunidades de donde provienen algunos de sus insumos, que plantean el respeto al medio ambiente y ponen una especial intención de estimular el desarrollo del arte y la cultura en México;  proponen una buena carta de mezcales que vale la pena probar.


Y si ya quieren vivir la aventura coyoacanense completa después de la comida vayan por unas chelas al Hijo del Cuervo, una casona también en el centro, en un ambiente muy relajado, con cero poses, pero siempre un lugar chistoso con buena música, para pasar una tarde diferente.


Y por favor parense a comer un helado en Siberia, siguen siendo sensacionales.


Como siempre los invito a que me escriban a: 
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Sugieran los lugares que quieran que reseñemos y disfruten la preciosa Ciudad de México


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