Maru Vazquez y Los Fenómenos del espíritu


Para mí es un poco difícil hablar sobre la obra de Maru Vazquez, como su corredora y su amiga, podría darles una decena de puntos formales en los que terminaríamos coincidiendo sobre su valor estético y su composición, me podría salir por la vertiente facilista de mencionarles su curriculum los premios que ha recibido a nivel internacional y después emitirles mi muy personal opinión al respecto, pero esta vez quisiera hablarles mas sobre dos cosas trascendentales, sobre el espíritu y la percepción.

"La percepción es el primer proceso conocimiento, a través del cual los sujetos captan información del entorno, usan la información que está implícita en las energías que llegan a los sistemas sensoriales y que permiten al individuo, generar conceptos"- (Diccionario de la lengua española)

Fantástico...con la teoría en la mano, tratemos ahora de explicar lo que percibimos en una de las obras de Maru:

Como traduciríamos el shock de sensaciones que viene de observar ráfagas de luz en eterno movimiento y que de alguna forma son también estáticas, son como un momento del movimiento universal capturado en un lienzo, robándose niveles profundos de luminosidad del ser universal.
Capta los diferentes momentos del color como si fueran estados anímicos que se suceden unos a otros como torrentes y que van del mas puro,transmitiendo tonalidades y llegan a un conglomerado, que es a su vez el corazón mismo del color que se siente palpitar.
lo que no queda claro es de donde estamos traduciendo está información, que no está en nuestro entorno, que es invisible... ¿de las energías sensoriales, que en mi caso particular se fugan al enfrentarse a algo que mis sentidos no entienden, quiza por que no necesitan entenderlo?

Una obra como ésta, es una franca traducción de lo que diría Jung, ya viene impregnado en nuestro ser en estos arquetipos del inconsciente colectivo.
Es algo que intuímos, que sabemos que es y que está mas allá de la conciencia, que es la energía madre de todo lo que existe, que muta en colores y regresa con mas fuerza, que vibra, está en eterno movimiento, se desdibuja, se descompone en una nueva composición, abarca, refleja... Abraza.

Alguien llamo a sus obras ráfagas de luz, refiriéndose posiblemente mas a la misma naturaleza de Maru, que de su obra, yo veo en ellas ráfagas de espíritu, intuiciones, veo una traducción de esos acontecimientos espirituales que nos sobrepasan, que nos quitan el aire y nos dejan mudos, de esos pequeños momentos donde somos uno con Dios y nos iluminamos de una forma exquisita, para luego regresar a la cotideanidad con un sentimiento primigenio como el del paraíso perdido.

Hay que tener un conocimiento enorme sobre la naturaleza del ser humano, o de verdad no saber nada y abandonarse a esta energía universal y permitir que esta penetre por todos los poros del cuerpo, abarque todos y cada uno de los sentidos para lograr la traducción de eso que está mas allá de lo físico, de lo medible y de lo real.

Los verdaderos artistas logran esta comunión con su propio espíritu, Maru ha logrado también que algunos de nosotros participemos de ese acto íntimo de conocimiento del inconsciente y que encontremos allí en esta serie, reposo y paz.

Decía Blake en sus Augurios de la inocencia, que hay que ver el mundo en un grano de arena y tomar al infinito con la palma de la mano, gracias Maru por regresarnos unos segundos de inocencia donde podemos ver mas alla y sentir la plenitud del espíritu.



-To see a world in a grain of sand
And a heaven in a wild flower,
Hold infinity in the palm of your hand
And eternity in an hour.-
William Blake

Alejandra Del Río A,
6 de Julio de 2010

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